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![]() ![]() Bicicletas Urbanas
Fuente: webconsultas.comBicicletas Plegables 20/01/2024
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Tipo de bicicleta | Bicicleta plegable |
Marca | XTREME LIFE |
Número de velocidades | 7 |
Color | Negro |
Tamaño de la rueda | 20 Pulgadas |
Material del marco | Aleación de aluminio |
Tipo de suspensión | Parte trasera |
Característica especial | Plegable |
Componentes incluidos | Cesta |
Tamaño | Estandar |
Características
Hace veinte o treinta años no era así, pero hoy existen las bicis de equilibrio sin pedales para niños de dos o tres años. Son una herramienta muy útil para desarrollar el equilibrio y facilitan mucho el aprendizaje posterior en una bicicleta con pedales. Pero no son imprescindibles. Se puede aprender a montar en bici en cuatro sencillos pasos sin necesidad de tener a un padre dejándose la espalda mientras corre detrás de la bici de su hijo sujetándolo por el sillín.
Una vez que el niño ha dominado el paso uno, vamos a pedirle que se desplace impulsándose con más rapidez. Aprovechando ese impulso, y siempre recordándole que tiene que mirar al frente y no a sus pies, cuando se sienta seguro le pediremos que suba las dos piernas a la vez doblando las rodillas. De esta forma estará desplazándose manteniendo el equilibrio.
¿Paso 2 dominado? Bien, pues llega el momento de aprender a pedalear. Para ello tenemos que volver a poner los pedales en la bici y explicar al pequeño el funcionamiento de los mismos. Para ello podemos hacer una recta sujetándole un poco el manillar y la espalda. ¿Ha entendido el funcionamiento? Bien, pues vamos a pedir al niño que ponga un pie sobre un pedal y que con el otro se impulse como estaba haciendo en los pasos anteriores, con la única diferencia de que ahora el impulso debe servirle para poner el segundo pie sobre el pedal.
Una vez que el niño ya se siente seguro desplazándose en línea recta en bicicleta podemos utilizar conos u otros utensilios para preparar distintos juegos y pequeños circuitos sencillos que favorezcan el desarrollo del sentido de la dirección y la capacidad para dirigir la bici al lugar deseado.
Lo primero que tienes que hacer es revisar tus zapatas para checar su desgaste y lijarlas un poco. Deberás utilizar la llave Allen del número 5 para aflojar el tornillo que sujeta las zapatas a las patitas del freno.
Para poder trabajar más fácil, vas a abrir tu freno, sólo necesitas apretar ambas patitas con una mano y con la otra quitar el tope donde se engancha el codo que guía al chicote. Luego, vas a desatornillar las zapatas y retirarlas de la patita
Notarás que tus zapatas tienen unas pequeñas rondanas, checa bien cómo están acomodadas porque tendrás que volver a montarlas exactamente igual. Aunque no lo parezca, éstas pequeñas piececillas juegan un papel muy importante en el funcionamiento de tus frenos.
Te darás cuenta que la parte de la goma que entra en contacto con el aro está brillosa, líjala hasta que dejes de notar el brillo. Ten cuidado de no lijar demasiado, sólo queremos tener una superficie más áspera para que el agarre con el aro sea mayor. Si puedes alcanzar a ver un pedazo de metal bajo la goma, lamento decirte que tendrás que darles la despedida a tus zapatas. Ya que estén lijadas, déjalas a un ladito mientras limpiamos el aro
2.- Limpiar el aro
Ahora vas a as a darle una limpiadilla al aro. Para esto, sólo utilizaras un trapito o algodón con un poquito de alcohol o agua. Ahora, pasarás el trapito sobre toda la superficie del aro, de ambos lados – hasta dejarlo bien limpio.
3.- El chicote y los forros
Antes de pasar a los ajustes, dale una aceitadilla rápida a los chicotes. Desatornilla el tornillo que aprisiona al chicote. Sube a las palancas de freno y tira del forro del chicote para que éste se libere. Observa bien cómo se encuentra el chicote de ambos extremos; si tiene residuos blancos u óxido, utiliza la lija y raspa ligeramente el chicote para quitar lo que se pueda y luego pasa un trapo limpio por el área lijada.
Importante: No lijes demasiado fuerte ni por mucho tiempo el chicote, porque lo puedes dañar y tal vez hasta quede peor de como estaba.
Ya que tienes el forro libre, ponle un par de gotitas de aceite por los extremos. y luego lo moveremos en ambas direcciones para permitir que el aceite cubra el chicote.
Después de la aceitada, regresamos los forros a su lugar y volvemos a asegurar el chicote con el tornillo.
4.- Nivel de las zapatas
Ya qu tus aros, zapatas y chicotes estén listos, ahora sí, a los ajustes. Lo primero que harás será regresar las zapatas a su lugar, cuidando de acomodar correctamente las rondanas. Ahora, con tu llave Allen, aprieta ligeramente y empieza a ajustar la altura y posición de las zapatas.
Aquí, puedes empujar las patitas del freno hacia el aro para checar si las zapatas lo tocan cuidando que no interfieran con la llanta, súbelas o bájalas según lo requieras. Si observas tu llanta de frente, ambas zapatas tienen que verse al mismo nivel.
5.- De nuevo el chicote
Tus zapatas ya están alineadas, ahora hay que checar si necesitas abrir o cerrar la distancia entre las patitas del freno. Esto lo harás volviendo a liberar tu chicote y ajustando la distancia que queda entre las zapatas y el aro, que tiene que ser de unos cuantos milímetros, lo suficiente para que permita que el aro gire libremente sin rozar las zapatas pero no demasiado; hay que evitar que las zapatas queden muy retiradas del aro.
Checa la distancia que recorre la palanca de freno al accionarla. Notarás que entre más cerrado esté el espacio entre las patitas, la palanca recorrerá menos distancia y viceversa. Lo ideal es que al accionar las palancas éstas queden a media distancia entre su posición normal y el puño del manubrio – nunca deben de tocar los puños. Si esto sucede, es señal de que necesitas ajustar más el chicote para cerrar el espacio entre las patitas.
6.- Los tornillitos
Acciona tus palancas de freno y revisa: si ambas patitas se mueven, si lo hacen uniformemente o si alguna queda más pegada al aro que la otra. Ya que lo hayas identificado, vas a hacer un ajuste más fino a la abertura de las patitas del freno utilizando los tornillitos que están en la parte inferior de las patitas.
Nota: Éstos tornillitos no siempre están presentes en todos los frenos V-Brake, si tu bici no los tiene (lo siento mucho, en verdad), puedes saltarte este paso o regresar al anterior si lo necesitas.
Este ajuste funciona así: al apretar el tornillo, se aplica tensión sobre un resorte interno de la patita, y esto hace que se abra y la zapata se despegue un poco del aro. Al aflojarlo ocurre lo contrario, se libera tensión en el resorte, cerrando la patita y pegando la zapata más al aro.
Cada que realices un ajuste a estos tornillos, trata de hacerlo lentamente para evitar que te pases del punto de tensión. También, esto es importante: acciona y suelta la palanca repetidas veces (unas 10) después de apretar o soltar estos tornillos pequeños, para que el mecanismo se adapte al ajuste que acabas de hacer.
Dependiendo de la necesidad que tengan tus frenos, tendrás que estar jugando con con el ajuste de los tornillitos para calibrarlos hasta que ambas patitas logren moverse al mismo tiempo y queden a la misma distancia del aro.
7.- Ajuste Fino
Si necestias hacer un ajuste muy ligero, ésta es la opción. En las palancas de freno, justo donde entran los chicotes, vas a notar que hay unas pequeñas tuercas. Estas nos van a permitir abrir o cerrar las patitas del freno sin necesidad de liberar el chicote como en el punto 5. Al aflojar la tuerca, las patitas del freno se cerrarán ligeramente, al apretarla, se abrirán. Es sencillo y rápido pero tiene sus limitantes, ya que sólo te permite aflojar o apretar hasta cierto punto, pero es bastante útil si andas en la calle, no traes herramienta y necesitas hacer un ajuste de emergencia a tus frenos.
Fuente: Pedalia